El final de Steven Universe llegó. Se ha dicho mucho de ello y quiero aprovechar la oportunidad para hablar sobre algunas ideas que se me ocurrieron hace algún tiempo.
La serie introduce a «las gemas», una especie de raza alienígena no orgánica y plantea que sus cuerpos físicos son en realidad proyecciones de luz sólida que produce su gema. Esto, aunque pareciera increíble, podría ser algo posible, aunque claro, no con nuestra tecnología actual.
Empecemos explicando cómo podemos hacer luz sólida. Nuestra percepción de la solidez de las cosas viene de los campos eléctricos, que en palabras simples, son regiones del espacio en dónde una carga eléctrica puede interactuar con otras cargas eléctricas, sin que haya contacto entre ellas. Entre más nos alejemos de la carga que produce el campo, éste disminuye y no lo percibimos.
Cuando tocamos un objeto los electrones de nuestra mano, que tienen carga eléctrica, interactúan con los electrones de la superficie del objeto a través de sus campos repeliéndose de manera mutua, impidiéndonos atravesar el objeto. Ahora la luz es una sucesión de campos eléctricos y magnéticos. Si fuéramos capaces de amplificar los campos eléctricos de la luz y hacerlos interactuar con los electrones de los otros objetos de la misma forma que con otro electrón, podría ser posible crear luz sólida.
Por otro lado, otro detalle interesante de la serie es el cómo una gema puede crear su forma física partiendo sólo de su gema ¿podría ser esto posible? Tal vez sí. En el caso de nosotros, los seres humanos, nuestro ADN guarda toda la información necesaria para recrearnos por completo, al menos nuestro cuerpo. Las gemas cuentan con un medio similar al ADN en el cual guardan la información necesaria para rehacer su cuerpo y también su personalidad y recuerdos.
El medio que se me ocurre es a través de los defectos e impurezas que puede haber en las estructuras cristalinas. A nivel microscópico en un cristal como el diamante puede verse una estructura regular y periódica y a esta la llamamos red cristalina. Cada tipo de gema tiene su propio tipo de red cristalina. En muchas ocasiones estas redes tienen algún defecto que altera su regularidad y periodicidad, como el cambio de un elemento por otro. La siguiente figura es una caricatura de esto:
En la figura los puntos rojos representa un elemento, por ejemplo carbono, y los azules otro, por ejemplo boro. Hay otras clases de defectos que se pueden encontrar con una simple búsqueda en Google.
Estos defectos provocan efectos que podemos observar a simple vista. En el caso del diamante los defectos pueden cambiar su color. Pueden ver en Wikipedia (color en los diamantes) los defectos que se requieren para obtener distintos colores.
A parte de colorear las gemas, los defectos también pueden servir como base para guardar información. Los defectos harían el lugar de guanina, tiamina, etcétera en el ADN, o de las letras y números en nuestro lenguaje escrito.
Por ejemplo, en la figura anterior asignemos un uno si vemos un defecto y cero si no. La figura de la derecha sería entonces: 0000 0100 0010 0000 que es código binario, el cual es el lenguaje de nuestras computadoras. Si hay más clases de defectos podríamos asignarles otros valores (2, 3, ...) y hacer más complejo el lenguaje. Con ello se pueden escribir toda la información necesaria para recrear una gema con todo y su personalidad y recuerdos.En Steven Universe cada gema tiene una clase (diamante, cuarzo, amatista, ...) y un color (amarillo, rosa ...). La clase puede referirse al tipo de red y el color al tipo de defectos que tiene. Diamante blanco tiene una estructura sin defectos (sólo tiene ceros) y al controlar a otras gemas les quita sus defectos y con ello la personalidad y el color. Cuando es controlado por otros copia sus defectos y por eso se colorea.
Recapitulando, una gema guarda la información de quién es y cómo es en la estructura de su gema, usando como base los defectos de su red. Ahora el problema es cómo se puede leer esta información guardada. Un microscopio de barrido podría ayudarnos a leer la superficie de las gemas, pero no por dentro de ellos. En la actualidad no existe ninguna tecnología capaz de hacer lo que necesitamos. Mas, si lográramos crear algo así, podríamos guardar cantidades bestiales de información en poco espacio. Por ejemplo, un diamante de dos gramos podría albergar alrededor de diez mil millones de terabytes de información.
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