Como ya todos sabemos, el E3 2020 fue cancelado por motivos de la epidemia de COVID-19. Sin embargo, aunque esta eventualidad no hubiera acontecido, es probable que el evento no se hubiera dado de todos modos.
El E3 ha tenido serios problemas durante las últimas ediciones. Problemas como las filtraciones que se dan año con año, las cuales le restan relevancia. Como que Sony declarara que no deseaba participar más en el evento y de hecho no lo hizo en el 2019. Que las grandes compañías, Microsoft, Nintendo y Sony tengan ya sus propios eventos en los que hacen anuncios y muestran novedades de una manera mucho mas directa, más consecutiva y bastante más económica.
Pero a nivel interno y organizacional, el evento tampoco se mostraba muy sólido que digamos.
A inicio de año se dio a conocer que Geoff Keighley, figura clave de la industria de los videojuegos gracias a sus contactos y relaciones, se desentendía del E3. No mucho después lo mismo hicieron las gentes de iam8bit, empresa gestora de eventos, quienes hasta entonces se desempeñaban como directores creativos de la edición 2020 del E3.
No podemos olvidar que el año pasado se filtró información personal de periodistas que asistieron al E3 2019, y aunque no hay certeza de que la filtración se debiera a gente ligada al evento, el hecho es que no hubo una postura clara del mismo ni el menor atisbo de disculpa o explicación por parte de los organizadores, algo que no sentó muy bien de cara al público.
¿Habrá E3 2021? Todavía es muy pronto para saber algo con certeza. Habrá que esperar y ver cómo les va a las empresas y estudios desarrolladores en lo que resta del año, pues a final de cuentas son ellos los que dan vida y sentido al evento.
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