En estos días en los que todos los aspectos de nuestra vida se han visto afectados de una u otra manera por la pandemia del nuevo coronavirus, los juegos de video no son la excepción. A lo largo de estas semanas hemos visto que diversos eventos fueron cancelados, pero la afectación va por desgracia un poco más allá de ello, y tanto las empresa como los consumidores nos vemos, y veremos, sumamente afectados por eso.
Todo parece indicar que juegos que se publicarán en estos días, como los remakes de FFVII y RE3, saldrán sin mayores contratiempos, y quienes hayan comprado sus versiones digitales podrán jugarlos en las fechas prometidas. Sin embargo, quienes optaron por versiones físicas de ellos, dependiendo de cómo vaya evolucionando la situación, quizá no lo reciban en los días de estreno debido a restricciones en los servicios de paquetería. Mas aún, quienes quieran comprar estos y otros juegos próximos en estos días, los van a encontrar a precios más elevados por el incremento en el tipo de cambio respecto al dolar. Sólo por mencionar un ejemplo, antes de la pandemia una copia física de Resident Evil 3 remake costaba en tiendas especializadas $1,350 pesos mexicanos, y a la fecha en que se escribe este artículo su precio se ha elevado a $1, 440 y es probable que incremente.
Otro posible problema involucra a las consolas de la próxima generación que saldrán a la venta a finales de este año. La cuestión con ellas es que mucha de su manufactura depende de empresas chinas, nación que se vio particularmente afectada por el virus, y que desconocemos qué impacto haya tenido esto en la cantidad de consolas fabricadas, por lo que no sería extraño que para el momento en que salgan a la venta las consolas de Sony y Microsoft, haya poca existencia de las mismas. Y en lo relativo a su costo, pues ocurre lo mismo que con los juegos, incrementará conforme lo haga el dolar.
Tampoco podemos descartar que algunos juegos atrasen su salida de forma considerable y que otros, en especial de pequeñas desarrolladoras, terminen por cancelarse.
A futuro la cosa no resulta más prometedora. La situación de cuarentena en la que muchos países se han visto involucradas va a impactar de forma negativa a sus respectivas economías, que en el mejor de los casos entrarían en recesiones cuya duración no podemos estimar por ahora, impactando de forma significativa el poder adquisitivo de su población, lo que afectaría a todo el mundo.
La situación es compleja y todavía es muy pronto para tener cualquier tipo de certeza, tanto así que en cuestión de unas pocas semanas todo podría cambiar, tanto para bien como para mal, por lo que no nos resta más que aguardar y ver el desarrollo de los acontecimientos. Mientras tanto queda en nosotros hacer todos cuanto esté a nuestro alcance para apoyarnos los unos a los otros y esperar estar a la altura de las circunstancias.
Comments